¿Sabes a dónde van nuestros datos? Sí, a la nube

cloud-computing

 

Susana Calleja – Especialista en Encuentros Tech

Se dice que la nueva revolución industrial del siglo XXI son las Nuevas Tecnologías. Gran parte de culpa la tiene Internet, su fácil acceso para buscar información y servicios y al alcance de todo el mundo. Muchos servicios y herramientas de los que Internet ofrece se gestionan a través de la Nube o el Cloud Computing.

Pero, ¿de qué estamos hablando?

Cuando hablamos de la nube, o servicios en la nube o en inglés cloud computing nos referimos a un paradigma que permite ofrecer servicios de computación a través de la red que normalmente es Internet.

Para una definición más técnica de cloud computing (computación en la nube, en su traducción literal) o nube sin más, podríamos decir que se trata del conjunto de programas y servicios alojados en un servidor (hosting) conectado a la Red, accesible desde cualquier ordenador (sea cual sea el sistema operativo que éste ejecute) con conexión a Internet sin necesidad de instalar aplicaciones ejecutables en su disco duro y donde también se almacena la información generada por estas mismas aplicaciones o servicios.

Para entenderlo un poco mejor, alguna vez has pensado ¿a dónde van los emails que envías, cómo es posible que se lleguen a almacenar cientos y cientos de correos que no leemos o que los tenemos como favoritos almacenados en una pestaña aparte? Por no hablar de todas la aplicaciones que a diario manejamos y que tenemos instaladas en nuestros móviles.
Toda esa información, ¿dónde creéis que se almacena o se gestiona?

Todo está en un super servidor o habitación y almacenados en la nube (cloud computing).

De hecho, trabajar en la nube permite la sincronización de correos, agenda, contactos, CRM,… y conseguir en un mismo punto de encuentro una plataforma para el acceso y el envío de información de forma sistemática.

El poder guardar todos nuestros archivos e información fuera de nuestros ordenadores, en servidores que están en la nube y a los que podemos acceder a través de Internet , sin preocuparnos de la capacidad suficiente de almacenar información, se llama hosting. Otro ejemplo más de para qué nos sirve el cloud computing.

Gracias al cloud computing se han generado nuevas posibilidades de negocio ofreciendo servicios a través de Internet. Las empresas empiezan a entender que la manera de trabajar se puede optimizar de una forma diferente y real gracias a este sistema de almacenamiento en la nube. Así particulares, pymes y grandes empresas se suben al carro de las ventajas de trabajar a través de la nube, convirtiéndose en un auténtico modelo de negocio.

Tal y como detalla el estudio La digitalización de la gestión empresarial en España de PHC Software, el año pasado ya casi la mitad de las compañías apostaron por alojar su negocio en la nube para mejorar su transformación digital.

Pero para entender un poco mejor qué es el cloud computing tenemos que hablar de SaaS, IaaS y PaaS:

1.- SaaS. El software como servicio (SaaS) permite a los usuarios conectarse a aplicaciones basadas en la nube a través de Internet y usarlas. Algunos ejemplos comunes son el correo electrónico, los calendarios y las herramientas ofimáticas. SaaS permite que una organización se ponga en marcha y pueda ejecutar aplicaciones con un costo inicial mínimo.

2.- IaaS. La infraestructura como servicio (IaaS) es una infraestructura informática inmediata que se aprovisiona y administra a través de Internet. Permite reducir o escalar verticalmente los recursos con rapidez para ajustarlos a la demanda y se paga por uso. IaaS evita el gasto y la complejidad que suponen la compra y administración de sus propios servidores físicos y otra infraestructura de centro de datos. El proveedor de servicios informáticos en la nube administra la infraestructura, mientras que el usuario compra, instala, configura y administra su propio software (sistemas operativos, middleware y aplicaciones)

3.- PaaS. Plataforma como servicio (PaaS) es un entorno de desarrollo e implementación completo en la nube, con recursos que permiten entregar todo, desde aplicaciones sencillas basadas en la nube hasta aplicaciones empresariales sofisticadas habilitadas para la nube. El usuario compra los recursos que necesita a un proveedor de servicios en la nube, a los que accede a través de una conexión segura a Internet, pero solo paga por el uso que hace de ellos. PaaS está diseñado para sustentar el ciclo de vida completo de las aplicaciones web: compilación, pruebas, implementación, administración y actualización.

Ventajas del cloud computing

  • Bajo coste. Productos gratuitos o pagos mensuales fijos por utilización, sin costes adicionales, dado que no hay que invertir en gran infraestructura, ni en licencias.
  • Seguridad. Los datos siempre están seguros
  • No hay necesidad de poseer una gran capacidad de almacenamiento.
  • Mayor rapidez en el trabajo al estar basado en la web.
  • Información a tiempo real.
  • Fuerte inversión en innovación.
  • Acceso a toda la información.
  • Acceso cuando quieras y donde quieras, sólo con una conexión a Internet.

Os dejo un estudio basado en la investigación de computación en la nube de IDG 2018. El estudio revela que el 73% de las organizaciones tienen al menos una aplicación en la nube y otro 17% planea hacerlo en los próximos 12 meses.

Espero que os resulte interesante y cada vez que os deis de alta en una aplicación o herramienta sepáis a dónde van vuestros datos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *