Susana Calleja – Especialista en Encuentros Tech
Que la forma de vender y comunicar ha cambiado con la llegada del 2.0 está claro. Este cambio es genérico en todos los sectores, incluido el turístico, quienes están poniendo todos los esfuerzos en adaptarse a las nuevas costumbres.
El sector turístico, uno de los pilares de la economía española, está viviendo un cambio importante desde la llegada de las nuevas tecnologías. Esto ha provocado redireccionar las estrategias empresariales que hasta ahora se venían realizando. No basta con tener un buen producto, hay que saber gestionar otros factores.
Aparecen nuevas herramientas para medir impactos publicitarios, para monitorizar la marca, para hacer que el cliente partícipe de nuevas experiencias… Novedades que hay que conocer para no quedarse atrás.
Ahora el centro de todo es el cliente. Más que nunca se observa qué dice, qué comenta, qué critica, sobre todo para intentar mejorar y adaptar el servicio a la necesidad del usuario.
El cliente está más informado, es más exigente, tiene más conocimiento de los servicios, precios y extras que puede encontrar. Previamente ha buscado, rebuscado, comparado, mirado en Internet, preguntado en oficinas de agencias de viajes, es decir , ha cogido las riendas de su destino de vacaciones. Antes estaba a merced del paquete turístico, conociendo a lo sumo la información del viaje mediante un folleto, pero eso ha cambiado y el sector turístico lo está notando.
Los foros en blogs de viajes, asiduos a volar, a alojarse en hoteles, a alquilar coches han ayudado a tener un perfil del nuevo consumidor y han hecho que las empresas se pongan las pilas. De ahí la importancia de identificar nuevos espacios digitales y ver que se está publicando.
Un comentario negativo bien movido por las redes sociales puede costar muchos euros de pérdida, por no decir lo difícil de limpiar la huella de una mala reputación online. Por lo que tenemos que estar muy pendientes de lo que se dice de nuestra marca en la red.
Por eso es importante, y más hoy por hoy, hacer un buen plan estratégico empresarial, tanto digital como convencional. Hacer una hoja de ruta que nos diga cuáles van a ser nuestros objetivos y metas a corto y a largo plazo. Tendremos que definir qué queremos conseguir y cómo lo vamos a conseguir. Habremos tenido en cuenta la opinión de los usuarios, a través de encuestas, formularios, publicaciones y likes. Incluso habremos preguntado a los propios empleados cómo mejorar y conseguir más clientes, un brainstorming con parte del equipo ayuda a ver las cosas desde otra perspectiva.
Preguntas como ¿Qué hacemos bien? ¿Qué deseamos hacer en el futuro? O ¿A dónde queremos ir? Nos ayudan a crear un modelo de desarrollo turístico y a trabajar acciones para mejorar nuestra marca.
El pasado 9 de diciembre Andalucía Lab un taller sobre Planificación y Estrategia en Turismo celebró de la mano de Antonio Galisteo.
Innovación en turismo significa sumar y diferenciarse. ¿Te unes?
