Por Javier Pérez Caro – Consultor de Management
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“Porque las personas que están lo suficientemente locas como para pensar que pueden cambiar el mundo…son quienes los cambian.”
Steve Jobs
Foto: Filip Maes
A río revuelto… Es tiempo de hacer cambios, no podemos mantener nuestra empresa en los niveles óptimos con el inmovilismo, la apatía, o el obcecarnos en gestionar el corto plazo. Necesitamos alzar la vista, apostar por el largo plazo, visualizar una estrategia sostenible en el tiempo.
… ganancia de pescadores. El problema está en que los pescadores quieren seguir llenando las bodegas utilizando las redes de antaño.
Para ellos el primer paso sería sacar la brújula y mirar donde está nuestra empresa, cuáles son sus fortalezas y sus debilidades, como está respecto al sector, que tendencias se avecinan, quien es y que está haciendo el líder, quien es nuestra competencia más cercana, cuáles son nuestros principales sustitutivos…
Tenemos que romper las cadenas que nos impiden cambiar, es la hora de los emprendedores/empresarios valientes, aquéllos que ya han reflejado los cambios en su plan de negocio. Para ellos os recomiendo la teoría del triángulo. El primer ángulo es la visión “hacia dónde nos dirigimos”. El segundo la transformación en el modelo de negocio, o simplemente haciendo las cosas de manera diferente. Y el tercer ángulo es nuestra cuenta de resultados, todo lo que hagamos tiene que tener impacto en ella.
Qué nos vamos a encontrar por el camino: ¡el miedo! Ese acompañante que se cruza en nuestro camino más veces de la cuenta y que tenemos que aprender a gestionarlo. El miedo o se sufre o se le vence. Yo lo tengo claro y lo he reconocido algunas veces “tengo miedo al cambio”, y no me duelen prendas en reconocerlo, pero si he conseguido vencerlo, apartarlo de mi cabeza.
El miedo es un freno que nos impide emprender, pero no podemos dejar de hacerlo porque pensemos en nuestro interior que vamos a fracasar.
Todos hemos fracasado alguna que otra vez, y qué. Lo volvería hacer, pero de manera diferente, aprovechando el aprendizaje. No pienso dejar de emprender proyectos por el miedo al fracaso.
Lo que hago es rodearme de un equipo humano excelente, con vocación emprendedora, dispuestos a trabajar en equipo, y que todos los días quieren construir un futuro mejor para ellos y sus socios.
Tanto mis compañeros como un servidor apostamos por la formación, ahora quizás más que nunca, tenemos la necesidad de formarnos, ser más competitivos, no perder ni un ápice de ilusión.
A río revuelto… nuevas formas de pescar, pero tened claro, sí vosotros no queréis salir a pescar, no quiere decir que los demás no vayamos a hacerlo.
¡Atrévete a cambiar!, o el cambio te llevará por delante.
““No llores como fracasado lo que no supiste defender como emprendedor.”
Javier Pérez Caro
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