Por Leonor Cabrera ( @leonor_cabrera ) – Viventi Desarrollo Personal y Profesional
La gastronomía está de moda. Somos muchos los que estamos abonados a programas como Top Chef, nos encanta probar sabores nuevos y matamos por ir a un restaurante con estrella Michelín para sorprendernos con cada bocado que damos y con cada plato nuevo que plantan delante de nuestros ojos.
Yo me he enganchado a un serie documental de Netflix titulado Chef’s Table que narra la historia de varios grandes chefs de todo el mundo y al que sólo tengo una pega que ponerle: en los 16 episodios que yo he visto no hay ningún cocinero español.
Lo que mueve a los grandes chefs
Chef’s Table dedica un episodio a cada chef. Delante de sus cámaras han desfilado Massimo Bottura (Italia), Dan Barber (EE UU), Alex Atala (Brasil), Enrique Olvera (México), Grant Achatz (EE UU), Francis Mallmann (Argentina) Dominique Crenn (EE UU), Gaggan Anand (Tailandia) o Ana Roš (Slovenia), entre otros.
Son personas que están cambiando el concepto que hay sobre la gastronomía en el mundo, que la están revolucionando y haciendo que llegue a nuevos parámetros. Tienen lo que en esta sociedad de hoy en día se podría llamar éxito: han triunfado en sus profesiones, tienen nombres de referencia, la gente viaja de forma expresa a donde tienen sus restaurantes para comer sus platos, aparecen en los medios de comunicación…
Son personas que se sienten realizadas con lo que hacen, felices, vibran con su cocina, como es el caso de un Francis Mallmann que se dedica a cocinar grandes piezas de carne en plena Patagonia argentina delante de una inmensa hoguera.
¿Qué es lo que tienen en común estos grandes chefs?
¿Qué es lo que tienen en común estos grandes chefs? ¿Hay algo común que les mueva a todos y que les haga estar donde están? Después de ver esos 16 capítulos a los que he hecho referencia creo que sí, que tienen algo en común: ese algo es la pasión por lo que hacen.
En estos tiempos en los que corren es habitual que cuando pensamos en abrir un negocio o dedicarnos a algo en concreto pongamos en la balanza los pros y los contras. Pensemos si ya hay más negocios de eso o si esa profesión tiene o no salida. Ellos han tenido clarísimo que lo único que podían hacer con sus vidas era cocinar. Sabían que su única salida era pasar los días entre fogones porque ahí es donde se sienten felices, realizados, donde están en aquello en lo que Sir Ken Robinson llamó su elemento. O cocinaban, o morían.
Además, en la cocina encuentran el vehículo ideal para expresarse, para transmitir quienes son, su sensibilidad, sus ideas, incluso sus dudas y para crecer como personas. Ése por ejemplo es el caso del chef Dan Barber quien desde su restaurante Blue Hill encabeza una lucha para cambiar la manera de pensar sobre la agricultura o el de Grant Achatz, quien convierte sus platos en una auténtica obra de arte llena de magia y de misterio. Para Dominique Crenn honrar a su padre ya fallecido a través de su cocina ha sido el motor que ha hecho que se convierta en la primera mujer con dos estrellas Michelin de Estados Unidos, mientras que lo que ha impulsado a Gaggan Anand es convertirse en el mejor cocinero de India y revolucionar esta cocina.
Todos ellos cocinan sí, pero para ellos la cocina es un vehículo de expresión, de realización y de trascender quienes son. Tienen en común que para ellos la cocina tiene un sentido, un fin. y ese fin es el de realizarse y de expresar lo que son, sienten y piensan.
¿Y tú? ¿Te sientes realizado con lo que haces? ¿Hay algún fin detrás además del de ganarte la vida?