Por Francisco Avedaño Báez – @avenbaez
Doctorando en Economía y Empresa – Universidad de Málaga
Actualmente el impacto del turismo a nivel nacional, autonómico y local está ofreciendo grandes oportunidades profesionales y de negocio que abarca de manera transversal a diversos sectores de actividad. Por tanto, no ha de extrañar la proliferación de nuevos competidores que apuestan por la creación de empresas que pretenden dar respuesta a las nuevas necesidades que demanda el mercado.
Esta tendencia ha permitido que las personas inmersas en la actividad emprendedora hayan aprendido a identificar oportunidades de negocio, con una actitud abierta al cambio y valorando los riesgos del entorno; lo cual, ha dado como resultado múltiples proyectos con base innovadora que llevan asociado grandes expectativas vinculados a diversos sectores de económicos. Pero la realidad nos recuerda a diario que hace falta algo más que ilusión para consolidar un proyecto emprendedor en un determinado nicho de mercado.
Según, diversos estudios empíricos llevado a cabo en los últimos años expresan que existen dos factores que son determinantes para entender y comprender esta realidad: el primero que al centrarse la actividad en el consumo en un entorno inestable con una tasa de paro muy alta es muy difícil dinamizar y fomentar el consumo; y el segundo factor está relacionado con la escasa formación que tienen los emprendedores en competencias directivas y habilidades transversales para la consolidación de su negocio.
Así, lo certifica por ejemplo el proyecto GEM España (2016) que, en su último barómetro respecto al emprendimiento, concluye que solo un 5,9% de las empresas inmersas en la actividad emprendedora llegan a consolidarse, frente al 7,8% del resto de países de la EU. Esto nos debe llevar a reflexionar, ya que muchas veces se señalan las dificultades financieras, burocráticas o la presión fiscal como argumentos que justifican el cierre o fracaso de un proyecto.
Sin embargo, la principal dificultad radica en la falta de competencias directivas que poseen los hombres y las mujeres que se dedican a la actividad emprendedora, ya que, sin esas capacidades, es muy difícil poder identificar un modelo de negocio que sea realizable, rentable, escalable y sostenible en el tiempo.
Ante esta realidad, las emprendedoras y los emprendedores no solo tienen que tener la habilidad para encontrar un producto o servicio que resulte atractivo y útil para un determinado segmento de mercado que estén dispuesto a pagar por él. Sino que también deben tener la actitud de potenciar sus competencias directivas para que a través de la dirección estratégica y el liderazgo transformacional aprovechen las oportunidades que brinda el entorno.
Por consiguiente, los responsables de tomar las decisiones estratégicas en las organizaciones deben reflexionar sobre que capacidades necesitan mejorar para que el negocio funcione y, así poder gestionar de manera eficaz los recursos y capacidades de la empresa. Sin duda, otro aspecto a mejorar por los hombres y las mujeres inmersos en la actividad emprendedora, es el entrenamiento de la capacidad comercial, porque sin ventas no hay negocio. Es decir, hay que saber vender no solo el proyecto a los proveedores, inversores, colaboradores, sino que también a nuestra red de contactos y sobre todo a nuestros potenciales clientes.
A día de hoy, las carencias en competencias directivas es una problemática que abarca a todas las empresas consolidadas y emergentes con independencia de su tamaño y sector de actividad. Sí queremos ser innovadores y tener éxito, primero tenemos que adquirir las capacidades idóneas, de lo contrario estaremos abocado al fracaso. Pero lo positivo de todo esto, es que depende de nosotros mismo querer potenciar estas capacidades a través de la gestión y transferencia de conocimiento, y para ello solo hace falta actitud, esfuerzo y perseverancia.
Por consiguiente, la presente investigación desea contribuir desde una perspectiva de género a una mejor comprensión de los factores que explican cómo las competencias directivas (Dirección estratégica y Liderazgo transformacional) contribuyen de manera determinante a un mejor crecimiento y consolidación de logros organizativos a nivel de eficiencia, competitividad y desempeño productivo de la actividad emprendedora.
Así mismo, se busca conocer el grado de influencia e importancia que tienen estas capacidades directivas para los emprendedores y emprendedoras que realizan su actividad empresarial en el contexto actual en Málaga. Por consiguiente, aprovechamos esta oportunidad para invitar a colaborar cumplimentando el siguiente cuestionario que tiene como propósito validar las hipótesis de mi investigación doctoral, que está inmerso dentro del Programa de Doctorado en Economía y Empresa de la Universidad de Málaga:
Para finalizar, aclaramos que el presente estudio no tiene fines lucrativos sino meramente académicos. No obstante, le garantizamos la máxima confidencialidad de los datos obtenidos a partir del cuestionario, que serán tratados de forma agregada y no individual. También, existe la posibilidad de disponer de un informe una vez concluida esta investigación si así lo desea. Por último, agradezco su actitud colaborativa y me pongo a su disposición ante cualquier duda, comentario o sugerencia que desee realizar a través del siguiente email: avendano.baez@gmail.com