Foto: @turismopuertoreal
Por José Miguel Balcera Barrero @JMBBRDT – Blog El rincón del Turista
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Todo destino turístico requiere de un necesario y configurado proceso de desarrollo y crecimiento para llegar al cénit de la popularidad. Actualmente, la importancia que el turismo representa a escala mundial, se refleja en el continuo auge de nuevas opciones de uso y disfrute en los cada vez más populares “less kown places”.
La filosofía sobre la que gira el turismo del siglo XXI se enfoca en una idea clara: vivir experiencias únicas en lugares diferentes. ¿Se trata de ser diferentes? Más bien, la cuestión es ser únicos
Sin embargo, para que un destino se posicione en el “mapping turístico” selectivo del visitante, se requieren un exhaustivo trabajo que gira en torno varias premisas básicas:
Complementariedad entre entes turísticos para reforzar el valor de la oferta
A la hora de intentar ubicar a un destino en el mapa de coordenadas turísticas, todos los agentes del mismo, ya sean de índole público o privado, tienen que unirse para alcanzar un fin último, que es la generación de una demanda que permita la maximización de beneficios del territorio.
Por ello, el desarrollo conjunto de acciones estratégicas adquiere una fuerza mayor a la hora de diseñar el Plan de Marketing del Destino, otorgando al enclave una serie de beneficios:
- Empleo para la población local.
- Consolidación de una imagen de marca que actúe como distintivo inequívoco de identidad.
- Doble efecto llamada en las acciones promocionales, gracias al respaldo de la entidad pública turística local, debiéndose extrapolar el efecto a la escala autonómica y a la nacional.
Además, se convierte en una prioridad que ofrecer un especial valor al portal de eventos del SGD (Sistema de Gestión de Destinos) como elemento de valor añadido «premium». El turismo MICE, aunque inicialmente no esté interesado en el destino, terminará disfrutando del mismo de una forma u otra si se capta adecuadamente su atención.
Casos de éxito
Un ejemplo claro de complementariedad entre entes turísticos lo encontramos en Torremolinos, donde su área turística ha impulsado junto Andalucía Lab El Programa Anfitriones Digitales, con el fin de proyectar una imagen turística de Torremolinos adaptada y en consonancia al progreso y a la innovación tecnológica.
Otra acción la divisamos en Puerto Real, Cádiz, donde el tejido empresarial turístico público y privado actúa de manera conjunta en la celebración anual de la Quincena del Estero, un encuentro donde poder descubrir la imagen más natural y tradicional de esta localidad. También destacar su presentación en FITUR 2019 como destino «Digital Nomads» reseñando la tranquilidad y simpleza como valores en un argumentario de diez razones.
Así mismo, no podemos pasar por alto el Demo Lab, una lanzadera a la innovación, centrada en la exposición de innovaciones en general y de aplicaciones tecnológicas, orientadas al turismo. Este espacio, impulsado por Andalucía Lab, ofrece soluciones e ideas a las PYMES y emprendedores andaluces, para facilitar su incorporación al mundo digital.
Análisis conjunto de las potencialidades del destino para diseñar una oferta de valor y diferenciada
Lo primero que las empresas públicas y privadas de un destino tienen que hacer si quieren apostar por el turismo como motor de desarrollo económico, es realizar un estudio de las potencialidades que pueden ofrecer al visitante, sobre las que se diseñará el escaparate de oferta turística.
¿Cómo podemos efectuar eficazmente esta acción? Sin duda, derogando la idea de que no hay nada que ofrecer en favor de la idea de ser creativos, y saber sacarle el máximo partido a las fortalezas y oportunidades que ofrece el destino.
El progresivo crecimiento de la oferta global hace que el visitante imponga un elevado nivel de exigencia a la hora del desarrollo de su proceso de satisfacción de necesidades turísticas; si no es satisfecho de una manera deseada por una empresa, se recurrirá a la competencia. La razón es la libertad de poder seleccionar ante un amplio escaparate de una oferta que lucha por ser única y estar a la vanguardia en excelencia.
Establecer nexos de unión entre las diferentes tipologías turísticas del destino turístico
La promoción de un destino donde se ofrezca la posibilidad de seleccionar entre un amplio abanico de opciones de uso y disfrute, a través de diferentes tipologías, le confiere un inequívoco sello de exclusividad y autenticidad.
El visitante busca, ante todo, el cumplimiento de una serie de principios, que refuercen su cultura viajera:
- Enriquecimiento cultural.
- Enriquecimiento experiencial y emocional.
- Establecimiento de relaciones sociales con la cultura autóctona.
- Sentirse como un residente más durante la estancia.
- Deseo de protagonizar multitud de microexperiencias, debido a la fragmentación del período vacacional: viajes más cortos pero de mayor intensidad.
Estar a la última no es sinónimo de obviar la esencia más natural del territorio, su cultura, que se posiciona como la piedra angular a la hora de diseñar la oferta. Desde la puesta en valor del patrimonio inmaterial, hasta otorgarle un papel protagonista a una historia aún viva, que merece ser recordada y conocida, sin olvidarnos en ningún momento que innovar es sinónimo de progreso y de mejora continua.
Concienciación, innovación y pasión, el perfecto eje de desarrollo turístico
El organigrama organizacional de cada destino turístico tiene la obligación de aunar esfuerzos para crear y mantener una sólida concienciación, traducido en la necesidad de ejecutar un manual de buenas prácticas para un eficaz desarrollo, aunque debe ir de la mano de la innovación.
Uno de los efectos más comunes de esta progresiva concienciación colectiva es el incremento gradual de la competencia, de ahí que sea tan importante que cada destino que apueste por el turismo tenga que marcar la diferencia para adquirir el privilegio de ser único.
Además, la puesta en marcha y gestión de cualquier actividad turística debe estar unida de manera indisoluble a una pasión por la misma; esta emoción marcará el timón de mando en innumerables ocasiones para encontrar y mantenerse por la senda del éxito y del progreso y, lo que es más importante, enamorar al cliente.
Fomentar el asociacionismo y la economía colaborativa
Es un hecho que incentivar la participación de todo el tejido empresarial de la zona a través de acciones que conduzcan al asociacionismo y la economía colaborativa es una gran oportunidad para alcanzar objetivos comunes de desarrollo. Aunque cada organización tiene que centrarse unos determinados objetivos y estrategias para establecer sus criterios de segmentación, es importante aunar esfuerzos para alcanzar aquellas metas que de manera individual pueden resultar difíciles, complejas y más costosas.
Algunos resultados de este tipo de colaboraciones puede ser: asociaciones locales, autonómicas o nacionales de empresas turísticas, clubes de producto, ferias turísticas, celebración de jornadas periódicas…
¿Apuestas por la complementariedad del destino turístico para aparecer en el mapping de selección del visitante?
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