Por Eva Mª Caravaca – Feel Quality
Ver el perfil de Eva Mª Caravaca
Conducir una empresa no es tarea fácil. Podemos tener el capital para montar un negocio, ser una persona creativa y tener un equipo perfecto; esto es necesario sin duda en los primeros pasos pero, no es suficiente. Cuando tenemos que convencer, motivar, guiar, cautivar nos damos cuenta de que en nuestras habilidades personales está el éxito de nuestra empresa. Fortalecer la importancia de la inteligencia emocional en la empresa es crucial ya que básicamente consiste en potenciar el reconocimiento del potencial propio y ajeno para conseguir el máximo rendimiento. Conozcamos en qué consiste y qué podemos hacer para potenciarla.
¿En qué consiste la inteligencia emocional?
La inteligencia emocional aplicada a la empresa es la capacidad de juntar las habilidades de gestión personal con las de nuestra capacidad para trabajar con otros.
Básicamente se trata de la capacidad para reconocer los propios sentimientos y manejarlos y la capacidad de relacionarse de forma eficaz y satisfactoria con otras personas.
¿Cuáles son los componentes de la inteligencia emocional?
El líder de una empresa debe poseer una serie de capacidades básicas referentes a la inteligencia emocional:
- Ser conscientes de sí mismo. Conocerse a uno mismo y saber fortalezas y debilidades.
- Saber gestionar los propios sentimientos y emociones. Tener la capacidad de controlar los propios impulsos y canalizarlos hacia otros fines.
- Motivarse. Estar motivado por un impulso interno orientado al logro, no por gratificaciones externas.
- Ser empático. Tener en cuenta los sentimientos de otros al momento de tomar decisiones nos lleva a tratar a cada miembro del equipo a nuestro cargo con equidad.
- Saber gestionar las relaciones interpersonales. Construir relaciones con otros inspirándolos a cooperar para que lleguen a la dirección deseada.
¿Qué puedes hacer?
-
- Fíjate en qué emociones te provocan distintas situaciones y aprende a controlarlas.
- Analiza la influencia de tu estado de ánimo en el estado de tu empresa.
- Sé consciente de tus debilidades y fortalezas.
- Ten seguridad en ti mismo y transmítelo.
- Aprende a aceptarte, quererte y mejorar.
- Aprende a escuchar a los demás.
- Acepta las críticas y analízalas.
- Sé optimista y transmítelo a los demás.
- Motívate y motiva / incentiva.
- Ponte en la piel de los demás.
- Afronta tus propios miedos.
- Aprende a resolver problemas.
- Crea un clima de confianza con tu equipo.
- Acepta los errores, asúmelos y aprende de ellos.
- Comunica efectivamente.
En conclusión, es vital para una empresa que se cultive y entrene la inteligencia emocional de las personas que las componen, pero sobre todos de las que las guían, conducen y lideran. El éxito de una empresa está en las manos de quienes la mueven.
Estas pautas que te ofrezco son totalmente entrenables y al alcance de cualquier persona, sólo es cuestión de tener predisposición, creer en su importancia y en saber elegir a profesionales expertos para que te orienten y te empoderen.
¡Haz de tu empresa una empresa inteligente emocionalmente!