Fuente: Plataforma de Material Audiovisual de Turismo y Deporte de Andalucía
Por: Marta Soto ~ La Copy Turística y Cristina Tovar Bayón de La Vida ES como invitada especial
Las tendencias llevan años diciéndolo muy claro: los viajeros quieren vivir experiencias. Y cuanto más reales perciban que son, mucho mejor. Y es que aunque hoy en día seguimos topándonos con burbujas turísticas artificiales, lo cierto es que el turista que las consume es muy consciente de ello.
Esto se lo debemos gracias a la democratización de Internet y, en estos tiempos, también a la Inteligencia Artificial, que pone al alcance de cualquiera la obtención de información contrastada sobre un destino o producto turístico.
Pero también este auge por la autenticidad viene propiciado por una oferta cuyo elemento diferenciador es exactamente ese: ofrecer una experiencia 100% genuina a sus viajeros.
Y, si damos un pasito más allá, nos encontramos con el tema de este artículo: la inmersión cultural en turismo.
Inmersión cultural: su definición dentro del panorama turístico
Si hablamos de la inmersión cultural en el contexto del turismo, podemos definirla como una experiencia en la que los viajeros se sumergen profundamente en la cultura local de un destino.
Esto conlleva que las personas dejen de ser meros espectadores del espacio donde se encuentran y se conviertan en uno de sus protagonistas. De este modo, tienen la oportunidad de centrarse en experimentar la vida cotidiana del lugar, de sus costumbres, su comida, y, por supuesto, también de su idioma.
Este enfoque abre una dimensión enorme a lo que la experimentación de la persona se refiere. Así, el turista acaba siendo parte de una cultura de la que participa activamente, interactuando con los residentes, participando de las tradiciones y, muy a menudo, incluso viviendo o viajando como un local.
En definitiva, es una manera de transmitir un sentimiento de pertenencia
Que más allá de estar basado en el gusto por la inmersión cultural, trae consigo una serie de ventajas muy interesantes para los destinos. Entre ellos, la riqueza de intercambio cultural, una comprensión más profunda del destino que se visita, un mayo aprecio por el mismo y un altísimo respeto por la sostenibilidad, en todos sus sentidos.
Fuente: DALL·E
La inmersión cultural también es una oportunidad para las empresas turísticas
Un ejemplo claro lo tenemos en las escuelas de enseñanza de español. Pero, para hablar de esto, nada mejor que Cristina Tovar Bayón, CEO de La Vida ES.
En palabras de Cristina, la base para integrar el concepto de inmersión cultural en los programas de enseñanza de español se sostiene en dos factores claros. Uno de ellos es que todo lo que nos rodea (también al viajero) tiene una representación lingüística y de todo ello se puede obtener un recurso de comunicación. Por otro, está el hecho de que es imposible disgregar la lengua de la cultura. Son dos dimensiones que van siempre unidas.
Por eso, para mí aprovechar esta realidad es una oportunidad excepcional. Teniendo en cuenta, además, que el aprendizaje de idiomas contextualizado se asimila mejor y supone claramente un elemento motivacional para el estudiante.
Fuente de la imagen: La Vida ES
Para muestra, un botón
Y para conocer un poco más de cerca esta realidad, le pedimos a Cristina que nos habla de alguna experiencia de estudiantes que hayan vivido esa transformación que supone la inmersión cultural. Nos cuenta esto:
Es difícil seleccionar solo un ejemplo, porque son muchas las personas que pasan por el proceso de entusiasmarse por la lengua y la cultura in situ. Ello les lleva a establecer un vínculo emocional y humano del que difícilmente se van a deshacer, por lo que siempre van a intentar volver a Andalucía. Se esfuerzan en mantener el contacto o incluso hacen planes para quedarse a vivir aquí o conseguir un trabajo que se lo permita.
De hecho, algunos viajeros ya vienen buscando eso, y lo encuentran a través de nuestros servicios. Otros viajeros/estudiantes se dejan llevar por la curiosidad y se sorprenden o entusiasman. A veces, también les transmitimos el interés previamente, cuando tenemos con ellos clases online durante un período.
Para ser más concreta, voy a hablar de dos de nuestros últimos estudiantes. El primero es un señor alemán que vendrá a visitarnos el próximo verano, movido por todo lo que está aprendiendo en nuestras clases online interactivas sobre temas culturales de nuestro destino.
El otro es un señor estadounidense que ha mejorado su español gracias a nuestros programas de inmersión cultural y se ha establecido como objetivo venir a vivir a Andalucía para su jubilación.
Fuente de la imagen: La Vida ES
La inmersión cultural lleva aparejada una serie de actividades de ocio, cultura, deporte, naturaleza…
Es importante recordar que para que el turismo de inmersión cultural sea real y efectivo, el viajero ha de conocer, o al menos chapurrear, el idioma de la cultura que le acoge. Aquí es donde las escuelas de español para extranjeros juegan un papel fundamental en la experiencia.
Pero, como decía en el título, hay toda una oferta complementaria que debe arropar a ese producto principal, los cursos de español, para convertirlo en una experiencia turística de inmersión cultural.
Para Cristina, estas actividades desempeñan el papel más importante, ya que son parte de la vida de cada uno de nosotros mismos. Pero, como profesoras de ELE (Español como Lengua Extranjera), no olvidamos el objetivo de la enseñanza lingüística.
Como docentes con formación humanística, tampoco podemos dejar atrás la cultura y la realización personal de nuestros participantes.
Algo que se materializa en la organización de eventos y actividades culturales como tours por los monumentos más importantes del destino, visitas a mercadillos locales, cocinar un plato de la gastronomía local, organización de sesiones de yoga en la naturaleza… las posibilidades son infinitas.
La inmersión cultural como forma de hacer turismo: el futuro ya está aquí
El futuro no está escrito, esa es la verdad. Pero lo cierto es que, como decía al principio, parece que la inmersión cultural es ya, y seguirá siendo, uno de los ingredientes básicos de cualquier experiencia turística de calidad.
Fuente de la imagen: Entrelenguas
Cristina nos comenta que, aunque no puedo hablar con seguridad sobre el futuro, sí pienso que la tecnología va a ocupar nuestras vidas de una manera preponderante y muchas personas van a aprender idiomas por sí mismas; pero esto, a su vez, va a implicar también una necesidad más clara de buscar las relaciones humanas, de experimentar en primera persona esas emociones y sensaciones que no se pueden transmitir a través de una pantalla o un dispositivo. Y es aquí, junto al factor humano, donde la inmersión cultural tiene mucho que aportar al turismo.
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