Ana Martín – Gestora de proyectos de la empresa de traducción Trágora
Uno de los mayores clientes de las empresas y profesionales relacionados con el sector turístico es el turista extranjero. Tanto hoteles y restaurantes, como agencias de viajes y operadores turísticos, dedican grandes esfuerzos a generar el contenido de sus páginas web, materiales publicitarios y documentos de información en otros idiomas para que los clientes extranjeros reciban su mensaje de la manera más efectiva posible.
El objetivo de toda publicidad y de todo contenido orientado a la conversión es persuadir al usuario, bien para que visite una página web, haga una reserva, rellene un formulario o haga una llamada. Todo el contenido que rodea a la llamada a la acción es clave a la hora de conseguir un cliente potencial. Por lo tanto, un contenido mal traducido o mal orientado al buyer persona, es una oportunidad de conversión perdida.
Un error de traducción turística puede costar muy caro
Basta con echar un vistazo a los cientos de imágenes que circulan por la red haciendo eco de malas traducciones en el sector turístico, sobre todo en lo que se refiere a cartas de restaurantes, folletos y vallas publicitarias. También estamos acostumbrados a escuchar a extranjeros quejarse de los contenidos mal adaptados a su idioma en páginas web y comercios turísticos españoles. Un ejemplo de ello es la traducción de cartas de restaurantes. Traducir los platos de una carta no es una tarea fácil, hay que describir al turista, de una manera lo más exacta posible, lo que se va a encontrar en el plato. Por el contrario, en España nos encontramos con estrepitosas traducciones que han sido objeto de mofa entre turistas extranjeros como la traducción de «pulpo á feira» por «octopus to the party» o la traducción de «vino embotellado» por «he/she came in bottle». Sin duda, traducciones para echarse a reír, por no llorar.
El gran error que cometen muchas empresas y profesionales de este sector es el de restar importancia al hecho de generar una versión en otro idioma que cumpla con los estándares de calidad necesarios para que el público de destino reciba el mensaje como si hubiera sido escrito originalmente en su idioma. No contar con una empresa de traducción o traductor profesional para esta tarea es contraproducente en todo momento para el propio empresario, que está invirtiendo tiempo y esfuerzos económicos en que el producto o servicio que intenta vender o publicitar en otro idioma tenga éxito.
Características de una traducción turística de calidad
Una traducción de calidad es aquella en la que el usuario no se da cuenta de que detrás de ese texto existe un traductor. El secreto de una buena traducción se resume en el término «localización», que es el proceso de adaptar un producto o servicio a una región específica. La diferencia entre traducción y localización es sencilla: la traducción consiste en trasvasar la información de un idioma a otro de una manera correcta, mientras que la localización, por su parte, va mucho más allá tratando de adaptar culturalmente el contenido y orientarlo al público de destino teniendo en cuenta su procedencia, idioma, hábitos y costumbres.
La traducción turística se encarga de ello cuando se traducen y adaptan contenidos tales como páginas web, tiendas online, audioguías, catálogos, folletos turísticos, menús, textos publicitarios, boletines electrónicos o páginas de aterrizaje y se tienen en cuenta tanto los culturemas, como los topónimos o las referencias culturales. La adaptación cultural debe conseguir que el texto traducido tenga el mismo efecto en la lengua de llegada que en la lengua original. Así, el turista extranjero ha de percibir la información adaptada a su cultura, manteniendo a su vez, las referencias propias de la cultura española. Una tarea que, sin duda, merece ser tratada con profesionalidad con la ayuda de traductores nativos especializados en traducción turística.