Si partimos del hecho de que la señalética digital es algo cada día más utilizado en turismo y que excede con mucho el ser algo más que un televisor con un dispositivo “más o menos inteligente conectado”, en el cual mostramos un cierto contenido publicitario… la respuesta es un Sí categórico.
La Señalética Digital actualmente es bastante más que un mero escaparate de nuestros productos y servicios.
La señalética digital es un puente de comunicación bidireccional, con nuestros clientes actuales y potenciales, sin restricción de horarios y en cualquier lugar.
Es crear una atmósfera que defina nuestro negocio. Incluso es un magnífico método de comunicación interna de las empresas.
Pensemos por un momento en la inmediatez y costo insignificante que supone cambiar rápidamente nuestro catálogo de productos y/o servicios; comparado con lo que significaría sustituir los impresos en papel o cartelería. Incluso la posibilidad de emitir puntualmente un mensaje a nuestros visitantes, dependiendo de la hora del día o del perfil de los mismos. Las posibilidades sólo están limitadas por nuestra imaginación.
Si después de lo anteriormente dicho, nos planteamos la posibilidad de instalarlo en nuestro negocio, lo primero que deberíamos preguntarnos es …
“¿A quién va dirigido?”
¿Quién es nuestra audiencia? Conociendo y comprendiendo quién es nuestro objetivo, nos marcará el camino hacia el contenido a mostrar y compartir, así como la manera de exponerlo.
Dediquemos tiempo suficiente para discutir con todas partes involucradas, antes de dar por bueno cuál será dicho contenido y la forma en la cual lo mostraremos. No perdamos de vista que debe primar el interés de nuestros clientes por encima de los nuestros.
Una vez aclarado el primer punto, podremos centrarnos en…
“¿Quién será responsable?”
Aunque debamos involucrar a todos los implicados, alguien deberá asumir la responsabilidad de su funcionamiento y contenidos. Hoy en día es muy fácil la gestión de estos dispositivos, pero sin una persona al frente, nos podremos encontrar al cabo de un tiempo, que estamos mostrando contenido desfasado y obsoleto porque nadie se considera responsable de su mantenimiento. No es necesario que sea una tarea exclusiva de una persona, pero sí debe ser asignada tal responsabilidad a alguien de forma concreta.
Ahora debemos interrogarnos sobre…
¿Dónde?
La localización es una de las decisiones más importantes que debemos tomar. Es momento de analizar los flujos de personas en nuestro negocio. Dónde, quién, cuánto tiempo y para qué se detienen o pasan, por un lugar o lugares determinados. ¿Son simplemente zonas de paso, o por el contrario son lugares donde se detienen para ver y solicitar información? ¿Son zonas de espera y ocio? (Por ejemplo Recepción, Mostrador, Hall, Cafetería, etc.)
Dependiendo de una u otra zona, la información a mostrar será diferente. En zonas de paso se recomienda utilizar imágenes y fuentes grandes con poco texto, de forma que sean fácilmente “consumidas” mientras se pasa de largo pero captando su atención. Si por el contrario nuestra audiencia se encuentra en zonas donde se permanece durante más tiempo, debemos incluir contenido que mantenga su interés, incluyendo contenidos más informativos (por ejemplo nuestro canal de YouTube, Instagram, Calendario de Eventos, etc.)
Finalmente,
¿Cómo sé si funciona…?
Es evidente que según el sistema que utilicemos, la medición de resultados será más o menos fácil. No es lo mismo utilizar pantallas en las que se permite a los usuarios interactuar, que las que se limitan a mostrar contenido informativo.
En los casos en los que no podamos utilizar la analítica, existen formas más imaginativas de medir el impacto. Por ejemplo, si mostramos en nuestra pantalla del Hall, un directorio de zonas con indicaciones claras de cómo llegar, podremos observar que decrece la petición de ese tipo de información en nuestra Recepción. O mostrar las recomendaciones del día en nuestro Restaurante y analizar si se incrementa la demanda de ellas.
Si después de estos test, nos parece que no funciona, no nos preocupemos en exceso, no todo está perdido. Hagamos pequeños cambios en los colores, tipografía, mensajes, probemos con menos texto e imágenes más grandes, etc. y comprobemos de nuevo. Incluso si observamos resultados positivos deberíamos seguir experimentando. Es un proceso de aprendizaje continuo para descubrir lo que funciona y lo que no. Pero su costo es tan insignificante (sólo tiempo), que merece la pena experimentar una y otra vez hasta sentirnos satisfechos.
Y tú, ¿te planteas utilizar la señalética digital en tu negocio? Nos encantará leer tu opinión en los comentarios