La fotografía y el turismo siempre van unidos. Tan indisociables como un turista con su cámara. Las redes sociales han potenciado de forma exponencial esta pasión por las fotos; algunas nos han llevado a ser totalmente adictos a sus timelines, como Pinterest o Instagram.
A la hora de viajar a un destino, el viajero necesita hacerse una composición visual de la vivencia; de los lugares a visitar, los principales atractivos y, por supuesto, de la gastronomía que probará. Y a la vuelta del viaje la huella de la experiencia se verá reflejada en las fotografías realizadas, que volverán a ser compartidas y comentadas.
Esta realidad pasa a nuevos propuestas y productos turísticos como los siguientes:
- Turismo bajo el concepto “slow” en Ámsterdam. Una forma de ver la ciudad captando matices, descubriendo espacios recónditos. Un viaje que comienza con un café, con pautas y consejos de fotografía y pistas para que los participantes tomen imágenes sorprendentes de los barrios y sus gentes.
- Turismo fotográfico con el diseño de tours específicos. Un fenómeno singular muy encuadrado en la experiencia que comentábamos al principio de este post. Tendencias de consumo que se encuadran en la línea del Turismo Creativo (fotografía, experiencias literarias, pintura, talleres de cocina…), nuevas necesidades que manifiestan los turistas y que se han tenido en cuenta en el recientemente presentado Plan de Promoción Turística de Andalucía 2013-2016.
- Foodtografía; Fotografiando la Gastronomía Andaluza. Ser cocinitas está de moda y esto unido a la fotografía, supone sumar dos hobbies en uno, y además, si el escenario es la ciudad de Córdoba y la protagonista es la gastronomía andaluza, la propuesta no puede ser mejor. Así surgió la idea del Taller de Fotografía Gastronómica de Bodegas Mezquita. Una propuesta turístico-formativa que sin duda puede elevar la calidad experiencial de las fotografías de tu restaurante, hotel o establecimiento turístico.
Innovación en turismo significa sumar y diferenciarse, ¿te unes?