Por Javier Pérez Caro – Consultor de Management
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“El que llega primero al campo de batalla espera la llegada del enemigo fresco para combatir. Quien llega tarde al campo de batalla tiene que apresurarse y arriba exhausto al combate.”
Sun Tzu
Un año más llegó la Navidad; tiempo de comidas de empresa, reuniones familiares, montar el Belén…
¿Y de qué más? ¿Qué hacéis en vuestras empresas en estas fechas? Algunos contestáis que cerrar el año… La pregunta es: ¿Para qué os ha servido ese cierre? ¿Qué datos de valor podemos sacar de éste?
Hacer un cierre contable a secas nos sirve para que el departamento económico-financiero de la empresa justifique en parte su trabajo.
¿Pero se puede permitir mi negocio un cierre contable a secas?¿O sería necesario pararnos, analizar, buscar los puntos fuertes y débiles de la pasada campaña, ver cómo ha ido el cumplimento de las acciones previstas en nuestro plan estratégico, conocer el grado de consecución de nuestros objetivos…?
Cuando oigo hablar a los directivos sobre la no necesidad de planificar el año, me echo las manos a la cabeza. ¿Cómo podemos permitirnos el lujo de no repensar la empresa? No estamos jugando con nuestros juguetes el día después de reyes, nos estamos jugando nuestra empresa, los puestos de trabajo directos e indirectos, nuestra reputación como directivos y un largo etcétera de cosas. ¿Estás dispuesto? ¡YO NO!
“Haz que los adversarios vean como extraordinario lo que es ordinario para ti; haz que vean como ordinario lo que es extraordinario para ti.”
Sun Tzu
¡Paren máquinas! Tomemos unos días para alejarnos del día a día de nuestra empresa. Desde la “lejanía” analicemos, detectemos, pongamos en común nuestras «P.F.» y nuestras «P.D.». Después cojamos nuestro plan estratégico y retoquémoslo, planifiquemos el nuevo año, primero en global y después semestre a semestre. El tercer estadío lo haremos trimestralmente y así hasta llegar a la semana o el día, pero todo ello buscando la mejora continua de nuestra empresa.
“Si no planificas, improvisas”
Anónimo
El plan estratégico es un documento en el que reflejamos el largo plazo de nuestra empresa. Abrámoslo, sin miedo, corrijámoslo, volvamos a discutirlo con nuestro equipo directivo, seamos críticos, no temamos rectificar. Si pensamos en que nuestra empresa sea longeva, no podemos tener miedo a la autocrítica.
Atrévete, reflexiona, da el paso, no tengas miedo, de los directivos grises nadie se acuerda.
Mi consejo, aprovecha en Navidad y tómate los días que creas necesarios, siéntate con tu equipo directivo ¡analiza! lo bueno, regular y malo que os ha pasado en la empresa, que se puede mejorar, hacia dónde se dirige nuestra clientela, que está haciendo nuestra competencia. Porque tengamos clara una cosa, aunque nosotros no estemos «planificando», nuestros competidores seguro que lo están haciendo. Ellos tienen en la mente el largo plazo, la sostenibilidad de la empresa, el seguir creciendo, la expansión e incluso los nichos de mercado emergentes.
Libros recomendados:
Pensar estratégicamente modelo, conceptos y reflexiones
Creación de modelos de negocio
Y en la línea de los océanos rojos y azules podeis consultar el siguiente post: ¿Compites en océanos rojos o azules?
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