Por Ana Moliz – Moliz Estudio
El cerebro humano procesa imágenes mucho más rápido que textos. La necesidad de hacer llegar información relevante de la manera más clara y precisa acerca de la actual crisis de la covid-19 al mayor número de personas ha conseguido que el diseño gráfico, como herramienta esencial de comunicación, haya alcanzado cotas de protagonismo mucho mayores que en ningún otro momento anterior. A esta incontestable preeminencia visual contribuye que la gran mayoría de los flujos de información discurren en el entorno digital, aunque no debemos olvidar que la comunicación offline también contribuye con sus propias herramientas a la lucha contra la propagación del virus en la que estamos inmersos en la actualidad.
Empresarios y pymes turísticas, desde sus establecimientos pueden convertirse en un eslabón clave a la hora de hacer llegar la información a clientes y ciudadanos en general.
En cualquier contexto de crisis, la información juega un papel tal que por sí misma puede inclinar la balanza de uno u otro lado, máxime al tratarse de un escenario de crisis de salud pública que, en pocos meses, se ha expandido por todo el planeta sin tener en cuenta fronteras de ninguna clase. Lograr transmitir información que pudiera ser crucial a la hora de salvar vidas es uno de los principales retos de las autoridades sanitarias. Pero también de empresarios y pymes turísticas, que desde sus establecimientos pueden convertirse en un eslabón clave a la hora de hacer llegar la información a clientes y ciudadanos en general. Y es en este ámbito donde también el diseño gráfico demuestra todo el beneficio que aporta.
Sin embargo, debemos tener en cuenta que, dado lo delicado de la situación —pues atañe a nuestra salud—, debemos ser tremendamente cautos a la hora de elaborar nuestros mensajes, pues no solo la información errónea puede resultar peligrosa. Seguidamente, vamos a detallar algunos de los errores que, a nuestro juicio, hay que evitar para conseguir que nuestra comunicación gráfica cumpla correctamente con sus funciones comunicativas.
Errores de tono
Incurrir en errores de tono es más común de lo que pensamos. Fondo y forma deben ir de la mano. Por ejemplo, un error común es realizar diseños demasiado desenfadados que resten importancia a la información, ésta debe primar en todo momento y el buen diseño gráfico debe servir de vehículo para hacerla llegar de manera clara, ágil y precisa. En este contexto de crisis de salud pública ninguna pieza de diseño debería llamar la atención sobre sí misma, pudiendo provocar con ello la invisibilización de lo esencial: la información. El diseño es el medio, no el fin, y no todo vale para capturar la atención del espectador.
Coronavirus como personaje
Abusar del recurso de convertir al coronavirus en un personaje de dibujos animados en entornos no exclusivamente infantiles. Este error guarda estrecha relación con lo anterior referente a los errores de tono, pues un mal uso de este recurso podría provocar interpretaciones erróneas.
Reproducción gráfica constante del coronavirus
También en relación con esto estaría el abuso del recurso de reproducir el coronavirus de todas las maneras posibles, incluso en sustitución de la letra «O». La saturación puede llegar a producir invisibilidad, es decir, se repite tanto un mismo elemento que acaba por pasar desapercibido a ojos de los espectadores. Y nuestros carteles acabarían desapareciendo en medio de una marea de carteles idénticos.
Jerarquización de la información
Otra cuestión a tener en cuenta —siempre, no solo en este caso— es la jerarquización de la información. Hay que tener claro qué mensaje es el que debemos priorizar e ir distribuyendo la información en orden de importancia. Si, por ejemplo, estamos elaborando un cartel sobre la importancia de la higiene de manos, ese y no otro deberá ser el mensaje central, con claridad y rotundidad.
Gramática, ortografía y ortotipografía
Y por último, pero no menos importante, y esto vale para cualquier trabajo de diseño gráfico que se lleve a cabo, debemos ser extremadamente escrupulosos con las normas de gramática, ortografía y ortotipografía. Una frase mal escrita resta credibilidad a toda la pieza gráfica y el mensaje resultaría enmascarado detrás de una falta de ortografía o un error gramatical. Intentar ser cercanos no tiene nada que ver con escribir como en WhatsApp. Hay que respetar las reglas del lenguaje para que nuestro mensaje llegue en toda su amplitud e importancia.
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