Por Ana Moliz – Moliz Estudio
La importancia del diseño sostenible de envases o packagings en la industria turística actual
A estas alturas, a nadie le resultará ajeno el hecho de que la crisis climática en la que actualmente la Humanidad se ve sumida es un asunto absolutamente esencial que impregna cualquier tema que se aborde, ya sea político, social, industrial o comercial.
Precisamente, el diseño gráfico y, en general, la industria de la creatividad se erige como actoe que desempeña un papel esencial a la hora de contribuir de manera directa en la modificación de hábitos de consumo más sostenibles y respetuosos con el medio ambiente. Es aquí donde entra en juego de manera fundamental el diseño de packagings como valor añadido claramente diferenciador. Y la industria del diseño gráfico es sumamente sensible con respecto a este tema.
Packaging sostenible
En nuestro anterior post, en el que comenzamos a tratar el tema del diseño gráfico sostenible enfocado en el sector del turismo, establecimos unas pautas que nos ayudaran a entender qué queremos decir cuando hablamos de sostenibilidad en diseño.
Por lo tanto, definamos qué es el packaging sostenible.
Un packaging o envase sostenible es aquel que tanto en lo referente a los materiales empleados en su fabricación como en el proceso mismo de elaboración tiene como objetivo minimizar todo lo posible su impacto ecoambiental.
Un ejemplo muy sencillo y cotidiano: un envase de plástico frente a un envase de cartón reciclado o con certificación FSC (gestión forestal responsable).
Vamos a repasar concisamente algunas de las principales ideas que actualmente se manejan en el ámbito del diseño gráfico en general y, en particular, en lo referente al diseño sostenible de envases o packgings. Ideas que serán de utilidad a la hora de reorganizar todo el sistema de embalajes y envases en cualquier hotel o establecimiento turístico de cara a adoptar un enfoque más responsable y proactivo con respecto al cuidado del medio ambiente.
Diseño y sostenibilidad
La primera idea que debemos tener en cuenta es que el buen diseño y un packaging sostenible no son, en absoluto, conceptos excluyentes. Un factor esencial para que esto sea así tiene que ver con las innovaciones en el sector de los materiales empleados en los embalajes. Se investiga con materia orgánica cuya huella ecológica es notablemente menor —casi nula en muchos casos— que los materiales hasta ahora utilizados mayoritariamente que no tenían en cuenta su impacto ecoambiental negativo.
Diseño es funcionalidad
La principal misión del diseño es hacer la vida más fácil a sus usuarios. Proporcionar placer estético también es facilitar las cosas. El concepto de belleza es muy amplio y varía según las épocas o las culturas. Precisamente por su amplitud y complejidad no nos detendremos en él ahora, pero sí haremos hincapié en que funcionalidad y belleza —como hemos esbozado en el punto anterior— no son conceptos excluyentes. Todo lo contrario. Lo útil, funcional y ordenado es, precisamente por eso, bello: esto es buen diseño. Es decir, la funcionalidad en el diseño bien hecho va de la mano de la estética; son dos conceptos que se fusionan. Y la funcionalidad y la estética, actualmente, pasan por crear objetos sostenibles, ecológicos y respetuosos con el medio ambiente.
Vida más allá de la vida
Alargar la vida del packaging más allá de un uso de unos pocos minutos, incluso segundos, es una aspiración, no solo legítima, sino necesaria, fundamental, urgente dadas las circunstancias climáticas que atraviesa el planeta. Es el caso de los envoltorios de plástico de alimentos y objetos de aseo en los hoteles y alojamientos turísticos.
Un número cada vez mayor de huéspedes se sentirán mal si en el baño de su habitación todos los amenities están envueltos individualmente en envases de plástico de un solo uso o se trata de botellitas de gel de baño para tan solo dos usos a lo sumo. Esta escena generará mala imagen para la empresa. Hoy en día, la máxima ecologista de las tres erres «reciclar, reducir, reutilizar» es mucho más que un simple lema propagandístico. No es posible alargar la vida útil de la bolsita de plástico transparente que envuelve el cepillo de dientes o la pastilla de jabón. Es completamente higiénico, qué duda cabe, pero la sensibilidad actual, la conciencia de que hay que dar pasos a favor del medio ambiente, es más fuerte y demanda otras soluciones. Incluso un número de creciente de clientes manifiesta que no le importaría pagar un poco más por productos que sea sostenibles y respetuosos con el planeta.
Huésped informado, huésped exigente
Como decimos, la sensibilidad actual con respecto al cuidado del medio ambiente conlleva que cada día más personas se preocupen por obtener información de calidad sobre qué se puede hacer y qué no para proteger el medio ambiente consumiendo de manera responsable y sostenible.
Y un huésped informado es un huésped exigente.
Por fortuna, cada vez más empresas proveedoras ofrecen productos ecológicos de alta calidad que satisfarán las demandas de los clientes más exigentes. Porque no se trata solo de prescindir del plástico, sino de que los productos que se ofrezcan estén elaborados según unos principios de respeto por la naturaleza.
Sé parte de la solución, no del problema
Optar por envases o packagings ecológicos no es difícil hoy en día. Gracias al nivel de progreso alcanzado en cuanto a la fabricación de materiales, se pueden encontrar opciones de embalajes ecológicos cuya huella ecoambiental es neutra, es decir, no impactan negativamente en el medio ambiente.
Opciones como tintas y materiales de embalaje de origen vegetal, producidos a partir de la soja, el maíz o el trigo, que al ser de origen natural son compostables, incluso de manera doméstica. O papeles y cartones con certificación FSC (Forest Stewardship Council) que se fabrican bajo estrictos criterios y principios en relación a la gestión forestal responsable. Y no olvidemos que podemos conseguir productos totalmente personalizados para nuestro establecimiento usando todos estos materiales.
Como vemos, el tema del diseño sostenible packaging es sumamente relevante, no solo a nivel empresarial, sino, sobre todo, a nivel social. Y que el sector del diseño está trabajando intensamente para ofrecer las mejores soluciones a estas cuestiones que tanto interés suscitan en la opinión pública a nivel mundial. No se trata de ofrecer una imagen respetuosa con el medio ambiente, sino de ir más allá y que el compromiso sea sincero, verdadero y activo. Porque el futuro —y el presente— de la Humanidad está en juego.