Fuente www.viralescuriosos.com
Por Leonor Cabrera ( @leonor_cabrera ) – Viventi Desarrollo Personal y Profesional
¿Cuántas veces te has dejado guiar por una intuición? ¿Cuántas veces has visto con claridad que eso que está delante de tus ojos es una oportunidad que tienes que aprovechar? Y lo más contradictorio es que llegas ahí sin datos, con el único aval de una especie de energía que te recorre y que te lleva a hacer eso y no otra cosa.
Desde la psicología, se llama intuición al conocimiento que no sigue un camino racional para su construcción y formulación, y por lo tanto no puede explicarse o, incluso, verbalizarse.
El individuo puede relacionar ese conocimiento o información con experiencias previas, pero por lo general es incapaz de explicar por qué llega a una determinada conclusión o decisión.
Hay veces que simplemente no escuchamos esas intuiciones o que tan sólo nos la negamos, pasándolas por la cabeza y diciéndonos que no tenemos datos donde sustentarnos para creer en ellas. Sin embargo, hay algo dentro de nosotros que late con fuerzas y que nos pide que creamos en ellas porque sabemos que hay algo de verdad en lo que sentimos. ¿Te ha sucedido alguna vez algo así?
La intuición también se puede aplicar al ámbito profesional y puede jugar a favor de las empresas y de los emprendedores. Hace unas semanas conocí a Antonio Martín, propietario de la Hacienda los Conejitos en Álora quien, antes de que se impulsara la reforma del Caminito del Rey, creó en Facebook la página Caminito del Rey y su entorno, que sobrepasa los 18.000 me gusta en Facebook.
Antonio ha convertido esta página de Facebook que nació de una intuición en un punto de encuentro en el que da información sobre El Caminito del Rey, con la idea de que esos visitantes conozcan su establecimiento y todo que tiene que ofrecerle el entorno a ese sendero que se ha convertido en uno de los mayores atractivos turísticos de la provincia desde que se completase su reforma.
Si Antonio se hubiera puesto a evaluar elementos positivos y negativos de crear esa página, a sopesar si merecía o no merecía la pena es posible que no hubiera aprovechado esa enorme ola que ha generado El Caminito del Rey y que ha acabado impulsando tanto su actividad así como la del entorno del todo pueblo de Ardales.
Las oportunidades muchas veces están ahí y sólo hay que buscarlas, estar pendiente, tener algo de olfato y apostar por ellas. Es cierto que es necesario trabajar, y muchas veces de forma muy dura, pero también hay que saber levantar la vista de los papeles y mirar más allá, hacia el horizonte, para olfatear qué nos puede traer el viento para impulsar eso que estamos haciendo, para ayudarnos a llegar a ese puerto que estamos buscando.
¿Cómo te llevas con la intuición? ¿Tienes que racionalizar todo lo que haces con tu empresa o en ciertas ocasiones te guías por tu olfato?
¿Hay algún caso de éxito que hayas tenido dejándote llevar por esa energía que poco tiene que ver con la racional?