Confort y ahorro energético en Turismo ¿Incompatibles?

Llega el verano y con él  los días más largos, las vacaciones, el sol, el buen tiempo… y las discusiones en la oficina por el aire acondicionado. En el momento que el calor hace su aparición, la tormenta se desata en el trabajo. Y es que no todo el mundo tiene la misma opinión sobre cual es la temperatura ideal para trabajar, ni las mismas necesidades térmicas.

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Campaña Ahorra Energía de 2011, IDAE

Si extrapolamos esta situación a la industria turística, nos encontramos con que ocurre lo mismo en hoteles, restaurantes y en general en cualquier establecimiento en el que se combinen actividad humana y calor, siendo los clientes las principales víctimas de la falta de acierto en el cálculo de la temperatura ideal o confort térmico.

Éste último se puede entender como el punto en el que las condiciones de temperatura, humedad y movimientos del aire son favorables, tanto a la actividad laboral del personal, como a la de ocio de los clientes de nuestro establecimiento turístico.

   ¿Te has preguntado cómo cuidar del confort térmico de tus clientes y ahorrar energía?

Y es que evaluar el confort térmico no es fácil, dependiendo de muchas variables como el tipo de actividad, la temperatura exterior, la vestimenta, etc. En general, la temperatura ideal para trabajar, descansar o saborear un delicioso entrecot no difiere, encontrándose entre los 17º – 27º en el caso de locales donde se realice trabajo sedentario y entre 14º – 25º en los que se realice trabajo ligero, según el Anexo III del Real Decreto 486/1997 sobre condiciones ambientales de los lugares de trabajo. Pero esta horquilla de temperaturas es muy amplia, por lo que el sentido común se convierte en la única regla, aunque se pueden tomar como referencia algunas sugerencias:

  • La diferencia entre la temperatura exterior e interior no debe diferir en más de 12º.
  • Mantener una temperatura constante en la sala en lugar de apagar y encender continuamente el aire acondicionado, provocando cambios bruscos en la sensación térmica.
  • Seguir las recomendaciones del Ministerio de Industria, en las que indica que la temperatura ideal es de 25º.

Pero no podemos hablar de confort térmico sin hacer referencia a otro término fundamental para la industria turística: el ahorro energético. Y es que el deseado confort térmico no sólo se busca por lo que tiene de positivo para el normal desarrollo de la actividad, sino que su aplicación lleva unido un consumo eficiente y, por tanto, ahorro energético. Y todo esto se traduce en eficiencia energética.

Un buen ejemplo de la relación directa entre confort térmico, ahorro y eficiencia energética lo encontramos el último invento de Tony Fadell, padre del iPod. Este concepto,  que apuesta por encontrar un equilibrio en los componentes de la fórmula anterior, también puede suponer una innovación importante en la industria turística. Os dejamos el vídeo donde se muestra, a través de esta innovación, que el confort y el ahorro energético forman un matrimonio obligado a entenderse.

Un dispositivo que no es otra cosa que un termostato reinventado que aprende las preferencias de temperatura del usuario durante una semana, optimizándolas para el ahorro energético.

En el caso de la industria turística, los costes derivados del gasto en energía son muy altos, por lo que la eficiencia energética se convierte en una prioridad, especialmente en lo relacionado con el ahorro en electricidad y agua. Así, la implantación de medidas energéticamente eficientes debe ir precedido de una auditoría energética, con el fin de realizar una  diagnosis de la situación actual que nos permita identificar las herramientas y oportunidades de innovación aplicables en cada caso.

Porque consideramos que en la innovación se encuentra una de las principales herramientas de ahorro, en nuestro Demo Lab disponemos de una recreación -realizada por la empresa andaluza Calorifugación Francisco Alvarez– de una instalación de sala de máquinas típica de hotel, correctamente aislada con aislante térmico y cubierta de aluminio, que puede suponer un ahorro del 70%, al impedir la pérdida de energía por la condensación o los escapes. Solicita tu visita para conocerla.

Innovación en turismo significa sumar y diferenciarse ¿Te unes

 

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