Por Eva Mª Caravaca – Feel Quality
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En la empresa, aunque no seamos conscientes, estamos continuamente comunicando.
La forma en que comunicamos lo que queremos transmitir a nuestros clientes, es clave y decisiva en la evolución de nuestra empresa
En este post vamos a desarrollar la importancia de una habilidad, la coherencia, que debemos tenerla siempre presente a la hora de comunicarnos con los demás desde nuestra organización.
En primer lugar, definamos en qué consiste el término coherencia:
Actitud lógica y consecuente con los principios que se profesan.
En esta definición hay cuatro palabras claves que nos pueden ayudar a entender la importancia de la coherencia en la empresa:
- Actitud: Es la manera en la que estamos dispuestos a actuar como empresa.
- Lógica: Los actos en nuestra empresa se desarrollan sin contradicciones.
- Consecuente: Una empresa tiene unos resultados según sus acciones.
- Principios: Toda empresa tiene una finalidad, una misión, una razón.
Según este análisis, es evidente que todos queremos ser coherentes en lo que comunicamos para hacer llegar el mensaje a nuestro cliente
Para ser coherente en la comunicación de tu empresa te proponemos un sencillo decálogo de acciones:
1.- Define bien tu mensaje. Piensa qué quieres transmitir en tu empresa.
2.- Conoce a tu receptor. Estudia el perfil de tu cliente, de tu público; lo que quiere, piensa, siente y necesita. Adapta toda esa información a tu mensaje.
3.- Usa las vías de comunicación que se adapten perfectamente a tu cliente. De nada sirve tener muchos canales y que ninguno sea idóneo para él.
4.- Utiliza las distintas vías de comunicación de forma que todas trasladen lo mismo. La manera que te comunicas con tus clientes es muy variada. Las redes sociales, tu página web, una cuña publicitaria, personalmente en tu despacho, en su empresa, por teléfono, una tarjeta de visita, un correo electrónico, tras un mostrador o en un evento empresarial, son algunos ejemplos de vías de comunicación.
5.- Ten en cuenta que es importante que el receptor sepa en todo momento quiénes sois, qué le aportáis y cómo trabajáis, independientemente de la vía con la que contacte con vosotros.
6.- Si quieres ser coherente, todo en tu empresa tiene que transmitir la misma filosofía, iguales valores de empresa, una misma idea y además que sea asimilada y reconocida como un todo por el receptor.
7.- Procura que la coherencia sea en todos los puntos del proceso con tu cliente. Lo que quieras transmitir lo tienes que mantener desde que captas la atención de un nuevo cliente, cuando ya es cliente habitual o cuando tiene un problema post venta.
8.- Se sincero y acércate mucho a tu realidad como empresa; es fundamental para ser coherente. De nada sirve acercar a clientes a algo que después no le puedes ofrecer realmente.
9.- Comparte la coherencia con todas las personas que componen la empresa. Si dices que le vas a ofrecer una atención en cuestión al cliente y, dependiendo del trabajador que le atiende, la recibe de una manera u otra, es evidente que no sois coherentes con lo que transmitís.
10.- No se te olvide la coherencia online y offline. Transmite todos los valores tanto virtual como en persona. Cuida la imagen corporativa en todos los contextos posibles.
Esperamos que este decálogo de acciones y el tratamiento del tema te hayan sido de utilidad para lograr que tu empresa sea una empresa excelente.
¿Qué te parece? ¿Vas a intentar buscar la coherencia en tu comunicación? Esperamos tus comentarios, experiencias y sugerencias. Queremos crecer contigo 🙂
