Por Edith Gómez (@edigomben) – Editora en Gananci – Especialista en Marketing Online
Para dar el primer paso hacia el emprendimiento hay que hacerlo desde el centro de una idea que garantice el éxito. Sin embargo, no siempre es fácil encontrar este apoyo. Pues, algunas veces, estos destellos aparecen cuando menos lo esperamos, pero en otras ocasiones, no importa cuánto te esfuerces, es probable que no aflore ni una sola idea.
Empezar a sentir el avenimiento de las ideas, partiendo desde cero, suele ser difícil. Muchas veces es necesario contar con algo de creatividad, sobre todo si se desea desarrollar un negocio que sea innovador.
Una buena idea de negocio debe ser capaz de enmarcarse en un buen plan de negocios que resulte convincente, especialmente si no se cuenta con todo el capital financiero para empezar y se pretende buscar apoyo.
Una de las cosas que más suele preocupar a los emprendedores es encontrar esa idea que sea factible para hacerla real. No siempre es fácil esta búsqueda, sobre todo porque muchas veces se trata de saber observar atentamente nuestro contexto y localizar las oportunidades, incluso cuando no parezcan tan evidentes.
Es importante permanecer atento, observando y atendiendo lo que el entorno ofrece. Para ello, también resulta valioso aprender a escuchar ya que, más allá de cuanto podamos leer sobre negocios y emprendimiento, los casos reales muchas veces serán los que nos mostrarán las verdaderas necesidades que podamos cubrir con nuestros productos o servicios.
De igual forma, las conversaciones con otros también son útiles para empezar a crear una red de contactos e introducirnos en el mercado.
Pero, lo primero para generar esta idea exitosa es empezar a examinar los problemas que puedan existir en el sector de tu interés, además de considerar otros aspectos, tales como:
- Tu idea debe ofrecer solución a un problema: o mejorar otros aspectos que las demás ideas no terminan por solventar.
- Estudia el mercado: ya que debes prestar atención a que existan una audiencia dispuesta a pagar con el fin de resolver el problema.
- Crea una lista: con los problemas que observes en tu entorno y trata de plantear la solución de distintas formas. Esta lista te ayudará a descartar algunas ideas y a enfocarte en otras.
- Elabora otra lista: pues, si ya creaste una con los problemas que no han sido solventados totalmente y que observaste en un sector, entonces intenta crear una lista de otros sectores que también pudiesen agradarte.
- Enumera tus habilidades: esto también puede ayudarte a identificar en qué te desenvuelves mejor y hacia dónde debes dirigir tu meta.
- Identifica el posible negocio: a partir de las listas que has creado, pues, en algún momento todos los puntos se empiezan a conectar y quizás ya puedas identificar el sector o la idea a la cual desearías dedicarte.
- Sé realista: esto significa que tu idea debe ser viable, es decir, que se pueda poner en práctica a partir de los conocimientos que ya posees en el área, y que además puedas empezar a ejecutar, incluso con un presupuesto que no sea tan generoso.
- Consulta: no sólo con asesores o expertos en el tema, sino también con tus amigos y familiares. Ellos te conocen mejor que nadie y te podrán dar una opinión honesta sobre lo que piensan al respecto.
- Crea un perfil: del cliente que tú piensas que acudirá en busca de tus productos o servicios. Es importante que logres describir bien a este cliente y que puedas luego establecer simpatía con el mismo.
- Selecciona la idea que ofrezca mayores beneficios: pues, esto es lo que precisamente buscarán las personas que hayas identificado como tu audiencia. Ellos siempre apostarán por la idea que les ofrezca mayores ventajas y beneficios al momento de buscar una solución al problema que les inquieta.
- Entabla conversaciones: este aspecto es muy importante, pues, te permitirá detectar sí realmente ese problema que pensaste que existía, y esa idea que piensas aplicar, tiene verdaderamente cabida en el mundo real, especialmente en tu entorno. Este factor es fundamental, puesto que muchos de los emprendedores fracasan porque no constatan si ciertamente las necesidades que ellos han creído identificar son reales, y en lugar de ello, empiezan a invertir capital y tiempo en un proyecto cuya factibilidad no han verificado.
- Somete tu idea a evaluación: con el fin de detectar si realmente cubre las necesidades que los usuarios espera solventar.
- Establece un período de tiempo: no dejes tu idea abierta a todas las posibilidades que ofrezca el tiempo. Es decir, delimita tu idea en un estimado de tiempo. Impone una fecha límite en la cual tú consideres que vas a recuperar lo que has invertido.
Tomando en consideración estos aspectos es muy probable que tú idea de negocio sea exitosa. Sin embargo, recuerda que la idea que presentes debe ser viable. Asimismo, es sumamente valioso que trates de aportar con tu idea algo que logre diferenciarte de la competencia y que la haga única, es decir, algo que la competencia aún no ha ofrecido.
En este punto, ya podrás estar en capacidad para identificar y reconocer las ideas más valiosas que tengas en tu lista, y desechar el resto. Luego, puedes comenzar a considerar el desarrollo de tu plan de negocios para hacer real tu idea de negocio exitosa.
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