Por Ana Moliz – Moliz Estudio
En un post anterior hablé de la figura del catálogo digital enfocado para empresas turísticas y aporté algunas pautas sobre su utilidad y buen uso.
En este nuevo artículo, vamos a centrarnos en cómo debe ser un catálogo digital profesional para que nos ayude a aumentar y consolidar nuestras ventas y de paso constituya un refuerzo a la hora de mejorar nuestra imagen de marca.
Antes de nada, quiero subrayar de nuevo una idea esencial: un catálogo digital debe ser totalmente coherente con la marca a la que representa. Es decir, hay que usar un mismo estilo fotográfico y, por supuesto, la tipografía corporativa. Nuestro catálogo debe estar en perfecta sintonía con el concepto de diseño del resto de elementos de la marca. No olvidemos que puede ser la carta de presentación de tu empresa o establecimiento.
Características de un catálogo digital profesional
Un catálogo digital es una pieza editorial que guarda gran cantidad de similitudes con los tradicionales catálogos impresos «de toda la vida». Naturalmente, ser digitales los dota de unas características especiales propias, pero la esencia es la misma.
- Una portada memorable
Así, en primer lugar, deben contar con una portada atractiva, seductora, que incite a seguir leyendo. En el universo digital, donde la imagen es la reina indiscutible, contar con buenas fotografías es crucial. Tanto es así, que una buena fotografía de portada puede incidir directamente en el aumento de las ventas. En algunos casos, la portada de nuestro catálogo será la primera imagen que muchas personas vean de nuestra empresa, y la primera impresión, ya lo sabemos, es determinante.
La portada, pues, debe contar quiénes somos, qué ofrecemos, qué nos hace especiales y por qué merece la pena confiar en nosotros. Y todo ello, explicado mediante una fotografía. Dicho así, quizá parezca complicado, pero contar con un buen profesional de la fotografía es la solución. No creo que sea necesario hacer mucho más hincapié en la importancia de la portada.
- Imagen profesional
En línea con la idea de la portada, el resto de las imágenes de nuestro catálogo digital deben estar a la altura de las expectativas que hemos suscitado desde el principio. Es un hecho que las imágenes impactan más en la audiencia que los textos, se recuerdan mejor. Y también es un hecho que una buena imagen incita a leer el texto que la acompaña.
- Ir al grano
Los textos de nuestro catálogo digital no deben abrumar al posible lector. No perdamos de vista que en internet se lee poco y los textos largos se suelen pasar por alto. Así que la información que nos interese transmitir debe ser clara, concisa, específica, y breve. Y cuando no se trate de datos crudos, los textos se compondrán con frases cortas y directas, equilibrando el carácter informativo con el emocional, casi al modo de eslóganes que sirvan de apoyo a las imágenes.
- Jerarquía de la información
Es muy importante que demos prioridad a la información que más nos interese que llegue a nuestra clientela. Para ello debemos observar una jerarquía en los contenidos que sirva de guía al lector, que resalte lo esencial, de modo que el cliente solo necesite decidir si compra o no, en lugar de intentar averiguar cómo hacerlo.
- Infografías
Por último, mencionaré un elemento que bien usado puede ser de gran relevancia: las infografías, el diseño visual de datos, es un modo muy atractivo y eficaz de aportar información relevante de manera clara y cómoda. Mediante las infografías se puede ofrecer una panorámica de las ventajas que aporta nuestra empresa. Además, el uso de las infografías ofrece una imagen de empresa eficaz y transparente.
Como vemos, cada elemento forma un todo indisoluble y coherente, y todos juegan para alcanzar la misma meta. Hay que buscar siempre la claridad y el orden, y evitar por todos los medios dar una imagen confusa a través de informaciones poco claras o desordenadas. Buscamos crear confianza en el cliente, y el orden, la claridad y la limpieza son fundamentales para ello.
