Fuente: Plataforma de Material Audiovisual de Turismo y Deporte de Andalucía
Por Ricardo Botín, Copywriter
¿Alguna vez te has preguntado qué es lo que tienen determinados restaurantes que son capaces de revitalizar las zonas en las que se ubican?
¿Te has dado cuenta de que basta con que un restaurante se ponga de moda para que toda la comarca se llene de visitantes y curiosos?
Pues en este artículo te voy a mostrar cómo el turismo gastronómico se ha convertido en el más poderoso resorte para generar prosperidad y crecimiento económico en los lugares más insospechados.
Los restaurantes como polos de atracción turística
En los últimos tiempos se ha producido un fenómeno llamativo: mientras que antes lo normal era elegir un destino vacacional y luego informarse de sitios en los que comer bien, ahora la gente va a un lugar en concreto porque quiere visitar un determinado restaurante.
Esto quiere decir que los restaurantes son, a día de hoy, grandes focos de atracción de turistas.
Por eso, contar en un pueblo con un buen restaurante va a generar beneficios en otras infraestructuras turísticas, ya que los turistas gastronómicos tienen que alojarse por la zona y hacer más cosas durante su estancia.
Estas son algunas formas de atraer turismo gastronómico hasta un destino en concreto:
- Fomentar el producto local: una buena manera de vincular un lugar a la gastronomía es mediante el uso de productos locales. Cocinar con productos de cercanía es más sostenible y además ayuda a que la economía local se implique con las iniciativas gastronómicas que se vayan promoviendo.
- Promover eventos gastronómicos: en épocas de menos afluencia se pueden organizar eventos gastronómicos relacionados con los productos de temporada. Cuando llega el otoño, por ejemplo, una buena forma de promoción consiste en organizar jornadas gastronómicas de las castañas o de las setas. Mientras que más metido el invierno funcionan muy bien las jornadas de la matanza o las del puchero.
- Organizar catas de productos locales: en relación con el fomento de los productos locales, los establecimientos hosteleros pueden organizar catas de productos típicos para los visitantes que acuden a la zona. Se pueden organizar catas de aceite de oliva, de vinos, de productos de la huerta, etc. Busca un alimento por el que tu pueblo sea famoso y monta catas del mismo para que los visitantes lo conozcan.
- Vincular el turismo gastronómico con el sector agroalimentario: los restaurantes pueden planificar también visitas para sus clientes a explotaciones agrícolas que sean de interés para los foodies. Ver cómo se cultivan aguacates en la Axarquía malagueña o se crían cerdos ibéricos en Jabugo es un gancho para atraer a más turistas.
4 ejemplos de restaurantes andaluces que atraen a los turistas gastronómicos
Ahora que has visto unas cuantas iniciativas para que los restaurantes sigan atrayendo a turistas, vamos a ver grandes ejemplos de restaurantes que se han convertido en un foco de turismo.
Espero que estas buenas prácticas te sirvan de inspiración para conocer el nuevo escenario competitivo del turismo gastronómico.
Aponiente
Poco tengo que decir de este restaurante que tiene el honor de ser el único de Andalucía que cuenta con tres estrellas Michelin.
Se trata de un establecimiento dirigido por el chef Ángel León, que es capaz de atraer a gourmets de cualquier parte del mundo.
Al reclamo de disfrutar de las delicias del mar, los visitantes llegan hasta su local en el Puerto de Santa María con la intención de probar su vanguardista y sofisticado menú degustación.
Pero estos foodies que vienen expresamente a comer al Aponiente prolongan su estancia algún día más para conocer las maravillas del Puerto de Santa María y de la provincia de Cádiz.
Fuente: Plataforma de Material Audiovisual de Turismo y Deporte de Andalucía
La Finca
Loja fue una famosa encrucijada de caminos entre Málaga y Granada. Pero las mejoras en los medios de transporte, así como la construcción de la autovía A-92, ha alejado a los viajeros de un pueblo que antaño era parada obligada.
Pero esta tendencia se está subvirtiendo gracias al empuje de restaurantes como La Finca.
Este restaurante ubicado en el hotel Royal Hideaway La Bobadilla cuenta con una estrella Michelin. Un motivo más que suficiente para ir un día a probar su menú degustación sorpresa, a base de platos basados en las tradicionales y ricas gastronomías malagueña y granadina.
Pero lo mejor es que muchos comensales deciden quedarse a pasar algunos días más en este cortijo reconvertido en hotel en pleno campo granadino.
Bardal
Este restaurante situado en Ronda tiene como propuesta de valor el ser un proyecto agroalimentario que pretende mostrar el sabor de los productos locales de la comarca de Ronda.
Una apuesta por el producto de cercanía que genera turismo por sí misma, ya que muchos de los clientes optan por alargar su estancia en Ronda para gozar de las delicias de esta maravillosa ciudad malagueña.
Por si fuera poco, sus dos estrellas Michelin son un imán para atraer a turismo de alto poder adquisitivo.
Fuente: Plataforma de Material Audiovisual de Turismo y Deporte de Andalucía
Mesón Despeñaperros
No quiero dejar de mencionar aquí al Mesón Despeñaperros, una antigua posada de carretera en el puerto de Despeñaperros que ha sabido reinventarse y resurgir de sus cenizas gracias a una apuesta gastronómica de gran calidad.
Su carta está compuesta de productos locales y de temporada.
Eso hace que mucha gente aproveche épocas del año de menor volumen turístico para comer allí con un nivel de calidad excepcional, después de haber hecho senderismo por las rutas del parque nacional de Despeñaperros, o haber visitado los mejores monumentos de la zona norte de la provincia de Jaén.
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