Por Javier Pérez Caro – Consultor de Management
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“El arte de dirigir consiste en saber cuándo hay que abandonar la batuta para no molestar a la orquesta.”
Karajan
Venimos de ¡Paren las máquinas! y Prioridades vs Tendencias, de planificar el año, analizar nuestros puntos fuertes y débiles, retocar el plan estratégico, poner las bases de actuación con nuestro equipo directivo, etc.
Ya hemos iniciado el ejercicio ¿y ahora qué? Pues antes de lanzar el barco al agua y que este coja velocidad de crucero, marquemos nuestras prioridades.
¿Qué es lo que ahora importa en nuestras empresas?
– Externamente, ser capaz de detectar las nuevas necesidades de los clientes (no entremos a valorar si son nuestros o nuevos), no dejar de innovar en la cadena de valor, seguir siendo competitivos, comprometer-invitar al cliente a co-crear productos-servicios (i-lab) con nosotros, pero sin perder el foco en sus necesidades (prioriza)…
– Internamente, no dejar de involucrar a las personas que vivan, sientan los colores y los valores de la empresa, hacerlas partícipes de los proyectos, ser cada día más transparentes en la gestión, invitarlos a innovar (i-lab pero internamente), ser más abiertos de mente, generar una actitud aperturista (disruptiva) a las ideas…
Aprovechando el libro de Gary Hamel «Lo que ahora importa», vamos a desgranar cinco grandes bloques de prioridades:
1.- Valores. En la economía de libre mercado siempre se producirán excesos, pero en los últimos años banqueros rapaces y directores ejecutivos sin escrúpulos parecen haberse empeñado en establecer nuevos récords de irresponsabilidades egocéntricas. En un mundo justo, esos individuos serian demandados por desprestigiar al capitalismo… Lo que más importa ahora es lo que siempre ha importado: nuestros valores sólidos.
“No rías, ni llores, ni te indignes, sino comprende.”
Spinoza
2.- Innovación. Sin una innovación permanente, el éxito es efímero…. Ni siquiera una de cada cien compañías ha hecho de la innovación la tarea cotidiana de todos y cada uno de sus miembros… La innovación es la única estrategia para crear valor en el largo plazo.
“La innovación procede de la destrucción creativa.”
Yoshihisa Tabuchi
3.- Adaptabilidad… una compañía adaptable será más proactiva a responder a las necesidades emergentes del cliente y tomará la delantera al redefinir las expectativas de éste de maneras positivas. El resultado: niveles más altos de fidelidad del cliente y mejores márgenes de ganancia.
“Los golpes de la adversidad son muy amargos, pero nunca estériles.”
Refrán
4.- Pasión. La innovación y la voluntad de cambio son productos de la pasión. Ambos son los frutos de un justo descontento del statu quo… hoy los clientes esperan aquello que es excepcional, pero son muy pocas las organizaciones capaces de ofrecerlo. El problema no reside en la falta de competencia, sino en la falta de ardor.
En los negocios, como en la vida, la pasión es lo que establece la diferencia entre “insípido” e “inspirado”…
Una jerarquía de las capacidades humanas en el trabajo:
Nivel 6. Pasión
Nivel 5. Creatividad
Nivel 4. Iniciativa
Nivel 3. Experiencia
Nivel 2. Diligencia
Nivel 1. Obediencia
… si queremos mejorar el nivel de compromiso, debemos empezar por reconocer que si los empleados no se encuentran animados, apasionados y entusiasmados no es porque el trabajo sea malo. Es porque la dirección falla.
La confianza no es simplemente una cuestión de honestidad; es también una cuestión de concordia y buena voluntad. Confiamos en aquéllos que quieren lo mejor para nosotros y desconfiamos de quienes parecen hacer oídos sordos a nuestras preocupaciones. El engaño y la negligencia pueden socavar una relación, pero también puede hacerlo una lenta erosión de la afinidad y el acuerdo.
5.- Ideología. ¿Por qué nuestras organizaciones parecen menos adaptables, innovadoras, animadas y nobles que la gente que trabaja en ellas? ¿qué es lo que dilapida todo ese potencial humano? Una ideología de gestión que endiosa el control es la preocupación principal de la mayoría de los gestores y sistemas de gestión. Hoy lo que crea valor es el producto inesperadamente brillante, la campaña mediática maravillosamente insólita y la experiencia absolutamente novedosa del cliente… podemos resignarnos al hecho de que nuestras organizaciones nunca serán más adaptables, innovadoras o inspiradoras de lo que son hoy, o bien podemos buscar una alternativa al credo del control. No es suficiente contar con mejores procesos y modelos de negocio: necesitamos mejores principios de negocio…
“Solo una persona mediocre está siempre en su mejor momento.”
Somerset Maugham
Para construir una nueva realidad organizacional necesitamos una agenda atrevida y centrada en la innovación de la gestión.
¿Qué es lo que ahora importa en tu empresa?
Innovación en turismo significa sumar y diferenciarse. ¿Te unes?