Por Juan Vázquez – Business Analyst en Jeddins
Los planes estratégicos marcan la hoja de ruta para el desarrollo turístico del destino, por tanto es conveniente que se elaboren desde el consenso, y bajo un prisma realista.
Cada vez más los destinos turísticos son conscientes de la necesidad de contar con un plan de desarrollo turístico, que marque la hoja de ruta de las actuaciones que conduzcan a un crecimiento ordenado del segmento.
Los 5 errores más comunes que suelen cometerse durante la redacción de estos planes suelen ser:
1.- Falta de consenso político
Los planes estratégicos, independientemente de su naturaleza, son planes a largo plazo, que ejecutan acciones a corto y medio plazo, esto es, son planes que marcan cómo se desea que sea el escenario dentro de 8 o 10 años, y para ello evalúan el conjunto de acciones que deben ejecutarse en ese período, para poder alcanzarlo.
Durante el período de ejecución del plan acontence como mínimo un período electoral. Esto provoca que si no existe consenso entre todas las fuerzas políticas del destino, en el supuesto de que cambie el equipo de gobierno, el plan se paraliza en el mejor de los casos, o se vuelve a elaborar con objetivos distintos y por tanto con acciones distintas, en el peor de los escenarios. Y decimos el peor no porque los objetivos y acciones asociadas sean perjudiciales, sino porque virar el rumbo a mitad de recorrido lleva al destino a viajar a ninguna parte.
Por lo expuesto anteriormente, es necesario que tanto los objetivos como las líneas estratégicas del plan, cuenten con el consenso necesario entre los diferentes grupos políticos, de modo que independientemente de la composición del equipo de gobierno, el plan continúe su recorrido tal cual se definió (siempre por supuesto que las condiciones socio-económicas así lo aconsejen)
2.- Falta de alineamiento con las políticas supramunicipales
Tanto los organismos de gestión provinciales como los autonómicos, elaboran sus propios planes de desarrollo turístico del territorio, dotados con sus correspondientes partidas presupuestarias para su ejecución. Alinear los planes locales con los planes supramunicipales, permitirá poder aprovechar el conjunto de acciones emprendidas por estos últimos, con el consiguiente ahorro de esfuerzo, al tiempo que permitirá ofrecer una imagen coherente del destino (fundamental para generar confianza en el viajero).
3.- Falta de consenso con el sector privado
Los planes no son más que la hoja de ruta que se seguirá, pero para ejecutarlos es necesario que todos los actores implicados en el sector participen del mismo. La Administración se encarga de la gestión de los servicios comunes, así como asumen parte de la responsabilidad en la promoción del destino; el sector privado es el encargado de implementar la oferta, atender al visitante, mantener las instalaciones privadas, etc.
Si no existe consenso entre las partes a la hora de diseñar el plan, puede ocurrir que se diseñen estrategias que luego no puedan llevarse a la práctica por falta de apoyo, o que una vez implantadas contravengan los intereses de un colectivo (cada vez más el turismo forma parte de la sociedad donde se desarrolla, por tanto su actividad no puede contravenir los derechos e intereses de ningún colectivo específico del municipio), etc.
Por tanto, si el sector privado es el que asume en mayor medida, la implantación del plan, y por tanto su apoyo se convierte en fundamental, no es aconsejable elaborar un plan estratégico que no le tenga en cuenta.
4.- Alejamiento de la realidad
Todo plan estratégico comienza con un estudio de coyuntura, y contiene un estudio DAFO, que son los que deben marcar tanto los objetivos como las líneas estratégicas, y en último término las acciones.
Normalmente cada destino puede desarrollar potencialmente un conjunto amplio de segmentos, pero no está capacitado para poder desarrollarlos todos en la misma medida, esto es, no tiene las mismas facilidades para desarrollar todos los segmentos, por tanto, debe centrarse en aquellos para los que tenga mayor facilidad, teniendo en cuenta las características geográficas, sociales y económicas; y no intentar desarrollar todos los segmentos, intentando atraer a todos los perfiles de turistas potenciales, ya que cada vez más el turista busca la especialización, y es muy difícil ser experto en todo, entendiendo por experto no sólo el conocimiento, sino también las instalaciones, servicios, productos, etc.
Por este motivo es conveniente especializarse en los segmentos que podemos desarrollar de forma eficaz, y generar las sinergias necesarias con los destinos circundantes, para que juntos podamos ofrecer una oferta complementaria de calidad.
5.- Falta de accesibilidad
Los planes estratégicos son el marco en el que se desarrollar las acciones para el desarrollo turístico, por tanto no tiene sentido que el plan no esté accesible a los actores implicados, por tanto una vez aprobado, debe poder ser consultado por todos aquellos que lo deseen, sin necesidad de tener que seguir largos y complicados procesos burocráticos para conseguirlo.