José Carlos Pozo – Consultor en Comunicación Turística
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Contar historias es una necesidad fundamental del ser humano para entender el mundo. Las historias nos proporcionan los mecanismos para escapar de la realidad, para vernos inmersos imaginariamente en tramas, para aprender lo bueno de lo malo y, por supuesto, para entretenernos y divertirnos. En esencia, podríamos decir que somos “homo narrans”. Hoy día, como una gran parte de la población mundial está conectada a través de las redes sociales, las historias y las experiencias de vida se crean, se comparten y se difunden en Facebook, Youtube, Instagram u otras plataformas digitales.
5 consejos sobre storytelling en RRSS de destinos
El ámbito turístico no se ha quedado al margen de esta tendencia mundial. De hecho, las vacaciones y los viajes viajes son el tercer tema más popular en Facebook, después de la música y la televisión. Según el estudio realizado por Digital Tourism Think Tank, el 93% de los viajeros se ve influenciado por las críticas y los comentarios que sobre un destino turístico, un hotel o un restaurante hacen otros usuarios en plataformas como Tripadvisor. Además, ese estudio destaca que el 80% de la gente hace sus compras vacacionales después de haber pedido consejo a sus contactos en las redes sociales.
Por su parte, los organismos oficiales de turismo han de enfrentarse a una nueva realidad, no solo con una constante dedicación presupuestaria (casi el 60% de los destinos dedica presupuestos específicos al Social Media), sino con un cambio de actitud en los contenidos que ofrecen a sus seguidores. Ya no valen los anuncios de antaño. El florecimiento de las redes sociales exige un replanteamiento del modelo clásico de marketing turístico para acentuar el papel del storytelling.
Sin una buena historia que contar, nada distingue a un destino turístico de otro.
Las buenas historias hacen que los lugares turísticos se hagan visibles y únicos. Si atraen e interesan a las audiencias potenciales, se pueden propagar por las redes sociales particulares, compartirse masivamente y hacerse historias virales. ¿Y qué estrategia más efectiva y transparente hay de contar historias sobre un destino? Pues haciendo partícipes a los propios seguidores en la narración de un destino, dándoles espacio en las plataformas digitales de los organismos oficiales, esto es, haciéndoles co-creadores de contenidos beneficios para ambas partes.
En el artículo académico The power of social media storytelling in destination branding, los autores Lund, Cohen y Scarles destacan cinco recomendaciones esenciales para que los destinos turísticos saquen provecho del storytelling en sus redes sociales:
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Romper la barrera entre el mundo online y offline
Los usuarios tienen que percibir que hay un verdadero impacto cuando comentan, comparten o le dan a un “me gusta” en un post de los destinos turísticos. De este modo, hay que crear un vínculo personal entre la marca turística y sus seguidores, quienes se sentirán reconocidos y, en cierto modo, también se verán como influencers.
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Apostar por el storytelling colaborativo
No solo los gestores de un destino turístico sino también sus propios seguidores se convierten en contadores de historias que versan sobre el turismo de ese país, región o ciudad. Por eso, los organismos turísticos han de ser abiertos y proactivos a la vez que reactivos ante las conversaciones y narraciones que producen los usuarios particulares. Deberían incitarles y hacerles más partícipes en sus publicaciones de Facebook, Twitter o Instagram, aunque evidentemente, como curadores de contenidos, tengan en última instancia la potestad de elegir aquellas historias que más beneficien a la marca turística.
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Mantener una actividad diaria con los seguidores
Cuando los organismos de turismo establecen una relación emocional y personal con sus seguidores, necesitan mantenerla a diario. Si cesan esas conversaciones en las redes sociales entre ambas partes, la influencia del destino se diluirá hasta llegar a desaparecer. Crear historias casi personales constantemente supone un gran esfuerzo en recursos (de personal y de medios) del que no disponen los pequeños destinos turísticos (pueblos o ciudades pequeñas). Por ello, el consejo más sensato es que se concentren en los influencers con gran cantidad de seguidores y en la creación de historias que más produzcan engagement y viralidad.
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Proponer un beneficio también para los co-creadores de historias
Los seguidores estarán mucho más motivados en crear historias que pueden ser usadas por los destinos turísticos si pueden ganar algo a cambio: estatus, ayuda o promoción. Por ejemplo, muchos usuarios de Instagram que comparten las imágenes de sus experiencias en la cuenta oficial de un destino tienen la oportunidad de alcanzar una mayor publicidad.
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Actuar también como storytellers
La estrategia actual en redes sociales de los destinos turísticos es personalizarse, casi convertirse en “individuos” que transmiten emociones y experiencias personales.
En suma, es incuestionable que actualmente las redes sociales son una de las más potentes herramientas para conversar con amigos, familiares y también organizaciones. Los organismos turísticos que no estén creando “alianzas” con sus seguidores para crear contenidos que les sirva a ambas partes están perdiendo estrepitosamente su tiempo y sus recursos. Es hora de que todos los destinos se conviertan en storytellers.
¿Eres fiel seguidor de algún destino turístico porque las historias que cuenta en sus redes sociales te enganchan?