Por José Carlos Pozo – Consultor en Comunicación Turística
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Haciendo un símil con el fútbol, hay diferentes “ligas turísticas”: unas más consolidadas y masivas, algunas emergentes y otras simplemente modestas. Sin embargo, los continuos avances tecnológicos, las circunstancias económicas y políticas y, en especial, el nuevo perfil de turista más experiencial están variando el panorama turístico internacional. Todo ello, junto al éxito de acciones brillantes de marketing y publicidad, está propiciando oportunidades de futuro a cualquier destino que sepa aprovechar las nuevas tendencias turísticas.
Predecir por dónde irán los tiros del turismo en los próximos 10 o 20 años es harto imposible, pero sí podemos constatar algunas claves actuales de éxito que darán frutos tangibles a aquellos destinos turísticos que las apliquen.
1.- Apostar por las TIC. El turista moderno es un usuario compulsivo de las tecnologías de la información y la comunicación. Viaja pegado a un móvil y en los destinos demanda cada vez más aplicaciones informáticas que le faciliten su experiencia, de ahí que los establecimientos turísticos deban innovar para atraer, personalizar y fidelizar a los clientes. Ya existen dispositivos de los más variopintos: robots mayordomos, smartphone como llave de habitación de hotel, minibares conectados, etc.
2.- Potenciar el turismo experiencial. Los destinos maduros y emergentes deberán encontrar y diseñar iniciativas turísticas únicas y memorables. El gran reto será satisfacer al número creciente de turistas ansiosos de experiencias de relax, aventura e intercambio cultural que conecten con las emociones y las sensaciones. Un buen ejemplo es el Hotel Skylodge Aventures en Cusco (Perú), donde es posible dormir en habitaciones colgadas de una montaña.
3.- Seducir a los turistas “breves”. En los últimos años se ha puesto de moda el “staycation”, es decir, las vacaciones breves para desconectar. En la elección de este destino influyen decisivamente las actividades que se pueden realizar. La Ruta de la Tapa Erótica de Fuengirola es un buen ejemplo de turismo gastronómico como recurso extraordinario para desestacionalizar.
4.- Establecer alianzas estratégicas. A los destinos más pequeños no les queda otro remedio que inventar modelos de cooperación con empresas nacionales o internacionales que les permita posicionarse turísticamente y ganar mayor repercusión. Gracias a una acción publicitaria concreta, Júzcar (Málaga) se ha convertido en el “Pueblo pitufo” y en un nuevo destino de la Serranía de Ronda.
5.- Poner en valor el patrimonio oculto. Es crucial impulsar los recursos turísticos desconocidos o poco explotados para diferenciarse de los competidores. En este sentido, cualquier iniciativa puede ser rentable turísticamente siempre y cuando se haga de modo didáctico y entretenido. En diferentes municipios de Andalucía han surgido con éxito recreaciones históricas, como el Festival del Ejército Romano de Gilena (Sevilla).
6.- Crear vías alternativas de promo-comercialización. Teniendo en cuenta que cada vez son más los turistas que consultan y reservan exclusivamente a través de las plataformas digitales, los Destinos Inteligentes deberán implementar nuevas vías de contacto y promoción directa, y, por consiguiente, alejarse de la dependencia que tienen con respecto a los touroperadores.
7.- Generar contenidos sociales. Según el estudio Text100 Digital Index Travel & Tourism, más del 60% de los turistas declara que el primer factor para elegir un destino se basa en las recomendaciones de amigos “físicos o virtuales”. En consecuencia, está claro que los entes turísticos deberán cambiar sus estrategias promocionales y dedicar más recursos a crear vídeos y artículos para las redes sociales. Si el turista moderno prefiere las historias a los folletos publicitarios, la técnica más efectiva actualmente es el “storytelling”.
8.- Manejar las comunidades. El “boca a boca online” es gran oportunidad para los destinos que sepan promocionarse bien, porque los turistas satisfechos que hablan, recomiendan y cuentan su experiencia son los más creíbles y rentables. Por eso, es imprescindible crear comunidades de prescriptores de los destinos.
9.- Promocionar por mercados. Es un error comunicar exclusivamente en inglés para todos los turistas extranjeros, porque difícilmente un francés, un chino o un ruso compartirá su historia o sus vacaciones en un idioma distinto al suyo. Algunos destinos sí han entendido esta necesidad y, por eso, sus contenidos son multilingües, como www.andalucia.org
10.- Fidelizar. Si se tienen 10 turistas fieles, ¿por qué gastar recursos innecesariamente en captar a un turista nuevo? El objetivo final debe ser crear “embajadores del destino”.
Y tú, ¿qué otros retos y oportunidades crees que enfrenta el futuro inmediato del turismo?
